La Iglesia del odio

Lejos de los sermones de amor al prójimo, y el amor por sobre todas las cosas, en el marco de la cuarentena y de la situación histórica que vivimos, la Iglesia nos muestra su verdadero rostro, en uno de sus representantes. El padre Abraham dio a conocer una vez más, su costado racista, xenófobo, y misógino. Con un mensaje sorprendente. Abraham decidió quejarse públicamente del estado en el cual le habían transferido la parroquia y filmó un video se muestra limpiando la secretaría parroquial y sacándole lustre a un cuadro del obispo Rubén Frassia.

«Pude rescatar su foto. Gracias Monseñor. Parezco una mucama boliviana, la mugre, los cachivaches, voy a necesitar un camión de remolque«, dijo el sacerdote, entre otras cosas, cuyo discurso fue viralizado por la agencia El Vigía.

El sacerdote Fernando Abraham, es muy conocido en zona sur, estuvo durante 28 años al frente de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Piñeyro, en el partido de Avellaneda; es el líder de la Comunidad de Oración Jesús Pan de Vida, es reconocido por sus imposiciones de manos, su propaganda mediática, la radio y sus órdenes a los feligreses; que van desde lo que tiene que hacer en su casa, hasta cómo votar. El sacerdote carismático, hizo campaña abiertamente por Macri y Vidal. No solo desde sus sermones sino también desde sus propias redes.

En estos momentos, asumió, como cura párroco de la iglesia San Judas Tadeo de Lanús y lo hizo a plena propaganda, con publicidades de redes, aplicaciones y formatos digitales de atención. Con todo el merchandising al que nos tiene acostumbrades. Hizo una fuerte campaña puerta por puerta mostrando su asunción como nuevo párroco, y sus servicios. Pero para quienes lo conocemos bien, detrás del pragmático cura Abraham se esconden todas las debilidades divinas.

Las expresiones xenófobas y discriminatorias, no solo son improcedentes por parte de cualquier ciudadano, sino que se agravan proviniendo de un sacerdote, que pregona la premisa que “Todos somos iguales a los ojos de Dios”, es evidente que ni los sacerdotes son ejemplo de esa premisa, que viven con privilegios, sino que además creen que debe ser así, por eso como lo muestra el video no están para las tareas más comunes, que sería limpiar su propio lugar. Además, ni ser mucama es denigrante, y menos asociar a que las y los hermanos bolivianos están relegados a esas actividades, o que limpiar es una acción con menosprecio.

Pero no es la primera vez que públicamente el sacerdote utiliza la investidura del saber que cree tener, para agredir, así lo hizo con la actriz Thelma Fardín, que denunció por abuso sexual al actor Juan Darthés, feligrés de su anterior iglesia. Entonces la llamó «cara rota», sin fundamentar por qué, acompañando su posteo con emojis de asco y vómito. Luego y ante las presiones de la gente, tuvo que salir a disculparse, aunque sostuvo su defensa sobre Darthes.

Se posiciono contra la legalización del aborto, al igual que toda la iglesia, militando en zona sur contra nuestros derechos, y persiguiendo a quienes, en su feligresía, según él sabía, habían practicado un aborto, al que llama «proyecto genocida”, y también se manifestó a favor del policía Luis Chocobar.

Abraham, no solo hace declaraciones tan terribles, y milita abiertamente en contra de todos nuestros derechos, sino que es respaldado por la Iglesia, a la que sirve desde hace más de 30 años. Es llamativo que lejos de ser sancionado, es premiado como párroco de una nueva comunidad, y siga a cargo de los mensajes a su feligresía. Lo que muestra que los pedidos de disculpas que ha tenido que decir, son fruto de la indignación de la gente, pero no del desapruebo de la institución.

Desde Juntas y a la Izquierda y el MST, repudiamos sus dichos, pero también repudiamos el estado de confort que la Iglesia le brinda desde hace años a este cura; confort económico, religioso, político y hasta social. Un confort que pagamos todos a través de los millonarios subsidios que recibe año a año la Iglesia por parte del Estado, y que se tienen que terminar. Hoy más que nunca “El que quiera un cura que se lo pague” y seguro hasta podrán elegir alguno que no brinde tantos mensajes de odio.

Andrea Lanzette