Rio Paraná: continua la bajante y aumentan las consecuencias

Rio Paraná: continua la bajante y aumentan las consecuencias del capitalismo extractivista y contaminante

Como lo tratamos en un artículo anterior, el Río Paraná sufre la mayor bajante de los últimos 50 años. En la actualidad, se suman dos variables muy peligrosas: depredación indiscriminada de peces y altos índices de contaminación sobre las riberas.

Escriben: Gaston Baldomir y Nacho Mancini

La bajante histórica es subestimada por el gobernador Perotti de Santa Fe y Bordet de Entre Ríos, que al día de hoy con números mucho más alarmantes continúan negándose a declarar la veda pesquera, demostrando que sostienen una lógica productivista sin límites sobre los bienes comunes. En aquel artículo señalábamos que “los gobiernos provinciales se amparan en el DNU de Aislamiento Obligatorio de Alberto Fernández que permite se continúe la actividad de pesca comercial, sin prever que seguir pescando en las actuales condiciones puede tener consecuencias desastrosas. A su vez se apoyan en datos de los organismos de control estatales, cuya fiabilidad es cuestionada desde hace años por las organizaciones ambientales[1].

Extractivismo, política de Estado nacional y provincial

Aunque parezca absurdo la semana pasada el gobierno nacional decidió volver a otorgar un cupo de exportación de sábalo de 15 mil toneladas para este año, haciendo oídos sordos a la insistente recomendación de científicos y organizaciones ambientales de no hacerlo, ya que en plena bajante podría provocar un cambio enorme en el ecosistema de nuestra región. La negación no es por desconocimiento, sino producto de una política extractivista que se profundiza cada vez más en nuestro país y Santa Fe.

La Argentina es uno de los pocos países del mundo que exporta peces de agua dulce, la mayoría los usan para consumo interno, pero aquí la explotación ictícola se ha transformado en un gran negocio sin control. Según fuentes del sector, el kilo de sábalo se paga a los pescadores alrededor de 12 pesos, unos 19 centavos de dólar si se toma la cotización a la fecha. Pero en los mercados extranjeros su valor es siete veces más, llegando a valer 1.200 dólares los mil kilos. La pregunta que debemos hacernos entonces es: ¿por qué SENASA habilitó en plena bajante un aumento de más de mil toneladas para este año con relación al anterior? Sin dudas, la respuesta es que estamos frente a un negocio que se inicia en pesos y termina en dólares. Quienes nos gobiernan solo ofician de garantes.

Movilizarnos por un plan de emergencia ante la bajante.

A través de la presión que desde diferentes organizaciones ambientales hemos realizado, recientemente la Cámara de Diputados de Santa Fe dio media sanción a un proyecto que declara la veda pesquera turística y comercial por 180 días, y ahora falta la sanción en Senadores. Más allá de que la legislatura provincial nos tiene acostumbrados a un desfile de proyectos que nunca terminan en nada, el presentado por Oscar Martínez (Frente Renovador) es insuficiente y una lavada de cara de los mismos sectores tradicionales que gobiernan y apoyan el extractivismo.

No solo urge declarar la veda pesquera en Entre Ríos y Santa Fe hasta que se recupere el caudal previo a la bajante, sino crear organismos de control compuestos por asociaciones de pescadores y especialistas independientes, que garanticen la efectiva aplicación de la veda y hagan seguimiento estricto de sus resultados. Además, hace falta un ingreso de emergencia igual al costo de vida para aquellos pescadores y familias afectadas por el parate de la actividad, y los 5.000 trabajadores que ocupan los frigoríficos de la región. Por último, la bajante del río expuso la enorme cantidad de deshechos que abundan en las costas, por lo tanto exigimos al Estado provincial en articulación con los municipios que disponga la inmediata limpieza de las mismas aprovechando la situación. Convocamos a vecinxs, organizaciones socio ambientales y la izquierda a movilizarnos por estos reclamos.

Por una salida ecosocialista

La bajante histórica nos coloca frente a la oportunidad de debatir qué uso se hace de nuestro río y al servicio de qué intereses sociales. Es insostenible que un grupo de frigoríficos exploten y exporten el 90% de los bienes pesqueros, sin control, y con contratos laborales basuras, mientras el resto de los pequeños pescadores son condenados a la pobreza apenas pudiendo subsistir. Es insostenible que el modelo pesquero extractivista junto al modo de producción y consumo industrial contaminante, sigan destruyendo el ecosistema de nuestro rio y la vida de las poblaciones.

Desde el MST en el FIT Unidad y la Red Ecosocialista, militamos por una transición hacia un modelo de pesca y uso de nuestro río que contemple la biodiversidad, el ecosistema y las necesidades sociales mayoritarias. Por un río sin frigoríficos del saqueo y la contaminación, donde se fomente la pesca artesanal y planificada. Replantear la forma en la que se produce y se consume a escala industrial en nuestras provincias, evitando la acumulación de desechos en las costas. Como parte de una planificación a escala nacional, hacia un modelo agroecológico, democrático y con reforma agraria, sin capitalismo extractivista. Para eso, les trabajadores y les jóvenes que luchamos contra el cambio climático necesitamos ocupar los espacios de decisión, hoy copados por la casta política que gobierna para las corporaciones. Si coincidís con esta salida, sumáte a conocernos y militar con nosotres.

[1] https://mst.org.ar/2020/04/25/bajada-historica-del-rio-parana-perotti-y-bordet-como-si-nada/