La Matanza: nuevo caso de gatillo fácil

Un nuevo caso de gatillo fácil conmueve a los vecinos de la Matanza. Medios locales y nacionales relatan el hecho ocurrido la madrugada del 10 de julio. En las redes sociales la foto de Lucas llega a cientos de publicaciones y comentarios que repudian el hecho. Es que sí, la policía mató a un nuevo pibe.

El hecho: la trágica noche

En la localidad matancera de González Catán, el joven Lucas Verón, su familia y amigos, festejaban su cumpleaños número 18. El encuentro familiar no presentaba inconveniente hasta que Lucas y un amigo, un joven de 17 años, se dirigen en moto a comprar a un kiosco. Ya de vuelta a su casa se cruzan con un patrullero de la PBA, donde estaban Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, ambos efectivos de esa fuerza. Al darse ese cruce, se inicia una persecución hacia los jóvenes que culmina con el choque por parte de la camioneta policial contra la parte trasera de la moto que llevaba a Lucas y a su amigo para dar inicio a lo peor. Los jóvenes corren y uno de los policías da fuego con su arma reglamentaria culminando con uno de los disparos en el pecho de Lucas, que corre unos 20 metros más hasta caer fuertemente herido. Es ahí, cuando su amigo llega a la casa de joven asesinado, a menos de una cuadra del lugar. Luego de darse este terrible momento, la familia de Lucas decide llevarlo de inmediato al Hospital Simplemente Evita, lugar en el que luego de unas horas, el Lucas fallece.

Esa noche no queda acá, sino que los policías que dispararon hasta herir a Lucas, no notificaron su accionar e incluso amenazaron a testigos para que no declaren en su contra. Hoy, estos agentes se encuentran detenidos mientras se desarrolla la investigación de la justicia.

La PBA, hijos sanos de Berni y Espinoza

El homicidio relatado anteriormente no es un caso de «un policía malo», de «una manzana podrida», sino que es producto de una línea política clara: reprimir a la juventud, y si es de los barrios, cachiporra doble.

Esta línea es la que viene llevando el ya conocido peronismo en La Matanza, misma política que la PBA y el país. Inolvidable es la promesa de campaña de Espinoza, actual intendente del distrito y dirigente del Frente de Todos, de incorporar más Gendarmería en los barrios y que bien cumple con la medida. Celebró con bombos y platillos cuando logró meter cuadrillas militares a «colaborar» en los barrios. Además, vemos a Berni arengando este tipo de accionar policial; su recorrido por los medios de comunicación deja claridad de eso.

El asesinato de Lucas conmueve ya que, quien gatilló hacia su pecho es la misma fuerza que hoy está acusada por responsable de cometer uno de los hechos más aberrantes: la desaparición forzada de Facundo.

Es por eso que para detener esta orientación represiva es necesario ir por todos los responsables.

Por Verdad y Justicia

Los hechos muestran que la brutalidad policial no es aislada, tiene complicidad de actores políticos, Berni y el mismo Kicillof que viene llamándose a silencio. Tampoco es nueva, la orientación de la Bonaerense en La Matanza tiene en su ficha la detención arbitraria, tortura, desaparición y posterior muerte de Luciano Arruga, joven de 16 años que se convirtió en bandera de la lucha contra la represión y estigmatización de los pibes de barrios populares. Entre el caso de Luciano y el de Lucas, lamentablemente, nos faltaron muchos pibes más por accionar de la policía y otras fuerzas.

Por eso desde el MST acompañamos y hacemos carne la pelea contra el aparato represivo estatal.

Exigimos Justicia por Lucas, y con razones, desconfiamos que el Poder Judicial y mucho menos, la propia Policía, excaven hasta el fondo de la verdad. Por eso es que vemos necesaria que se forme una Comisión Investigadora Independiente, integrada por familiares y amigos de la víctima, junto a personalidades intachables y organismos de DDHH. Esa comisión debe ser profundamente independiente de todo el poder político y judicial, de los intereses de los de arriba. De esa manera se podrá llegar a responsabilizar a los actores materiales y políticos. Así mismo, como no es un policía – solamente – sino que es toda la institución, creemos que hay que avanzar en la depuración de la policía y todo el aparato represivo y judicial: expulsando, investigando y juzgando a todos los socios y ejecutores del gatillo fácil, la trata, los narcos, los desarmaderos e incluso los que han cumplido funciones durante la última dictadura militar, como cómplices impunes. Además, jueces y comisarios deben ser elegidos por voto popular, con cargos revocables y sin privilegios. Todo en camino al desmantelamiento del actual aparato represivo capitalista, clasista, racista y patriarcal. Esas son las medidas necesarias para llegar a la verdad y justicia de ayer y hoy, para lograrlas, es clave la movilización unitaria en las calles.

Escribe: Leiza Benítez