Trotta, gobernadores y el COVID: ¿Por qué insisten con reabrir las escuelas?
Primero fue San Juan, luego Formosa. Aunque hubo mucho anuncio y solo “regresó” el 3% de estudiantes. El 18 sigue Catamarca. Mientras Larreta quiso abrir escuelas a estudiantes sin conexión en los sectores más humildes. En pleno aumento de contagios y muertes por COVID-19, ¿por qué insisten…?
El pasado 10 de agosto, arrancó primero el PJ en San Juan. El 12 lo hizo el kirchnerista Insfrán en Formosa. El 18, el PJ anuncia el regreso a las aulas en Catamarca. También la derecha, a través de Larreta, planteó reabrir escuelas para estudiantes pobres, sin conectividad. Todo en plena curva ascendente de casos y el mayor número de muertes por COVID-19. La pregunta por qué insisten, cobra validez. Ya que los gobiernos y patronales de la enseñanza privada y confesional exponen la salud y la vida de docentes, auxiliares, estudiantes y familias.
Apenas el 3% de la matrícula, 22 a 28 estudiantes por escuela
Con exagerada difusión, el ministro nacional de Educación, Nicolás Trotta y el gobierno de Uñac y el PJ anunciaron un supuesto regreso a las aulas de San Juan. En verdad alcanzó apenas al 3% del total de estudiantes, con un promedio de 28 estudiantes por cada una de las 250 escuelas anunciadas [1].
Formosa fue el segundo distrito en plantear volver a clases presenciales, en 10 de las 19 delegaciones de la provincia, pero de zonas rurales. Según Trotta y el eterno gobernador kirchnerista, Gildo Insfrán, serían 408 instituciones y más de 8.800 estudiantes de todos los niveles, lo que linda el ridículo por la pompa de los anuncios. Es que así solo volvería un máximo de 22 estudiantes por escuela, en las 408 que mencionan. Lo que implica una apuesta máxima de asistencia del 5% de la totalidad de estudiantes de la provincia [2].
Mientras en Catamarca, el gobierno de Jalil, el PJ y su ministro Gordillo confirmaron el regreso a las escuelas rurales desde el martes 18, lo que incluiría a 567 escuelas y 14.938 estudiantes. Por lo que también podría asistir un promedio de 26 estudiantes por cada una de las escuelas involucradas. De cumplirse, sería solo el 12,5% del total de estudiantes de Catamarca [3]. Esto marca los acotados de la franja que debería regresar, de manera voluntaria, ya que se trata de otra ínfima porción de estudiantes.
En las 3 provincias se prevé solo la vuelta de los últimos grados de Primaria, de Secundaria y el último curso de Terciaria para completar el ciclo de cada nivel. Los anuncios resultan así un bluf mayúsculo. Entonces, ¿qué buscan al insistir tanto…? Quieren generar titulares de prensa que ayuden a construir, en el imaginario colectivo, la idea de “nueva normalidad” y “pospandemia” de la que hablan Alberto, el PJ y la derecha.
Con esa intención se sumó Rodríguez Larreta, anunciando la reapertura de escuelas para 5.100 estudiantes de primarias y secundarias públicas porteñas, que no habían podido conectarse en la virtualidad. En vez de garantizarles el derecho social y humano a la educación, dándoles conectividad y dispositivos, prefieren exponer al COVID-19 a miles de estudiantes y docentes, de los sectores humildes. Larreta lo consensuó con Trotta, como reconoció el ministro en su tuiter personal. Pero generó tal ola de repudio que obligó a la Celeste kirchnerista de CTERA a tener que rechazarlo “enérgicamente”, diciendo que no se juega con la vida.
Lamentablemente, parece que toda la “energía” de Sonia Alesso, Baradel y CTERA se gastó en el comunicado porque se siguen negando a llamar a alguna medida de protesta. De todos modos, la indignación obligó a Trotta a dar una parcial marcha atrás. Al dejar correr “la apertura de gabinetes informáticos”, pidiendo a Larreta los protocolos para que vayan a conectarse 5.100 estudiantes, inaugurando lo que denunciamos como “escuelas-ciber”. Un desprecio por la vida y la educación pública que no es posible permitir.
Rechazo de la docencia, familias y comunidades educativas
Trotta está feliz diciendo que el sistema educativo dio un paso importante en la pandemia con San Juan y Formosa, que habrían iniciado un “regreso seguro a las escuelas” (¡?). Manda saludos a maestras y profesores, y destaca el “esfuerzo” de la comunidad educativa. Pero eso no es lo que piensan docentes, auxiliares, directivos y familias en estas provincias que no enviaron a niñes y adolescentes a las escuelas. Las fotos difundidas son más que elocuentes, al mostrar aulas con 4, 6 o 10 estudiantes máximo.
En Formosa, los gremios Voz Docentes y GDA Autoconvocados denunciaron la negativa de Insfrán a convocarlos para definir el protocolo sanitario que garantice la bioseguridad de estudiantes y docentes y alertan que el sistema educativo no está en condiciones edilicias ni operativas.
Para los gremios, hay una decisión inconsulta, antidemocrática y arbitraria. Sospechan y reclaman un abastecimiento de artículos de limpieza y desinfección que no se limite a una semana o 15 días para después descargar la responsabilidad en docentes y familias. Marcan que en las escuelas del interior falta agua, no hay red y se usan cisternas, lo que complica el funcionamiento de los baños, en precarias condiciones.
Denuncian también que las escuelas no recibieron nada y la docencia debió asistir a limpiar. Que tuvieron que llevar los elementos de desinfección ya que después serán calificados en su concepto profesional, en el rubro colaboración. Algo que ya sucede con docentes a quienes les bajan el puntaje, si no ponen plata para pagar una persona que limpie.
En San Juan, la Asamblea de Alternativa Docente denunció que el único objetivo de reabrir las escuelas rurales es garantizar la producción del sistema capitalista en el campo, que padres y madres puedan retomar sus trabajos, poniendo en riesgo la salud de docentes y familias. Nada se consultó con la comunidad, lo que explica que un gran porcentaje de familias no quieran enviar a sus hijes.
Sin resolver problemas ya existentes, en un sistema educativo totalmente precarizado, se decide volver a las aulas con un protocolo con pocas garantías de ser cumplido con el tiempo, con aulas burbujas y la bimodalidad para les docentes, que provoca un doble trabajo y reduce la calidad educativa.
En Catamarca, las cúpulas de la Intersindical Docente, entre ellos la de ATECA en CTERA, dijeron oponerse a la vuelta a clases y se reunieron con el ministro de Educación, aduciendo un posible no inicio. Pero salieron firmando el reinicio del ciclo anunciado por el ministerio. Eso sí, a cambio consensuaron una intervención en la junta de calificaciones y tribunales de disciplina para poner gente del gobierno y la propia Intersindical, relegando a Aduca (de la Federación Nacional Docente, FND).
Pese al aval de las burocracias cómplices, la situación es tal que no pueden menos que alertar por el estado de la infraestructura escolar, a lo que el ministerio responde que el establecimiento que no esté en condiciones, no regresaría… Aspectos que también señala Aduca, además de la necesidad de agilizar las asambleas para la toma de cargos.
2.300 millones de razones para exponer y precarizar a docentes y estudiantes
La burocracia abre el paraguas y marca la supuesta preocupación porque “exista una suerte de flexibilización laboral”, cosa que pasará cuando cada docente cumpla con sus horas, “pero se mande solo a la mitad al curso y la otra mitad será virtual. ¿Quién le dará la tarea virtual a los chicos?”, cuestionan.
Dicen no querer docentes recargados, reclaman el derecho a la desconexión y que la tarea sea en un horario prudente. Pero es justamente eso lo que estipula el protocolo firmado por Trotta y los gobernadores, con la “bimodalidad” educativa que también avalan CTERA, sus entidades de base y los gremios docentes de la CGT. Todo a espaldas de la docencia y la comunidad educativa. Un sistema bimodal, con simultaneidad entre la enseñanza presencial y virtual, que precariza.
La burocracia en Catamarca habla de “ausencias” en el protocolo local, pero son las que avaló CTERA en el protocolo nacional. En ninguna de estas 3 provincias se debe aceptar el regreso, si no se aclaran y resuelven esos puntos, y se garantiza resolver la crisis edilicia, sanitaria, de provisión de agua y demás elementos a cada escuela. Al no hacerlo desde los gremios, queda en manos de la docencia, lugar por lugar, intentar oponerse a esto y labrar un acta para no volver al aula por no estar dadas las condiciones que, incluso, el protocolo estipula.
Como se dice en las redes y escuelas, resulta un verso este reinicio de clases presenciales. Los gobernadores armaron todo de apuro para cobrar la plata que envía la Nación. Y no es que vayan a usar esos millones en educación. Siempre se las ingenian para ajustar y desviar fondos educativos a otros gastos. Es que Trotta, en video conferencia con Insfrán, aclaró que toda provincia que regrese a clases presenciales, recibirá parte de un presupuesto adicional de $2.300 millones para acondicionar escuelas.
Según el ministro, esos $2.300 millones se dividen en 500 millones en transferencias directas de hasta $50.000 a las escuelas para insumos (alcohol, lavandina, artículos de limpieza, tapabocas, etc.). Más $1800 millones para obras de provisión de agua, sanitarios y acondicionamiento de higiene y seguridad. Como esto no se garantiza o se hace parcialmente o solo en los primeros días a fin de mostrar a la prensa esa “nueva normalidad”, el desvío de fondos será norma. Queda a la docencia organizarse con la comunidad educativa para exigir el control social de los fondos educativos y el aumento del Presupuesto al 10% del PBI.
Un fracaso tras otro. Antes que lo presencial, garantizar la virtualidad
Para el 3 de agosto se había anunciado la vuelta a la presencialidad en 22 de las 24 provincias, con el protocolo de Trotta, los gobernadores del PJ y la derecha, la Iglesia Católica y demás patronales educativas privadas, más la burocracia docente. Pero tuvimos razón a inicios de junio, al decir que eso era imposible, según el análisis de la dinámica de la pandemia y la situación mundial, de los establecimientos, del transporte y otras variantes.
La virtualidad deja todo registrado. Cualquiera con inquietud y conectividad podrá hallar lo que dijo el gobierno y lo que planteamos entonces como socialistas del MST y el Frente de Izquierda-Unidad. Trotta y los gobernadores que acompañaron su irresponsabilidad, debieron dar marcha atrás en cada anuncio. La realidad fue acotando las expectativas, pero la burguesía insiste con su plan de retornar a las escuelas, poniendo la escuela como auxiliar de la producción, al garantizar el lugar de contención de niñas, niños y jóvenes para que padres, madres y familias garanticen la productividad y renta capitalista.
Queremos entonces responder a dos preguntas determinantes, ya que podrían afectar la vida de cientos de miles: ¿La propuesta de regresar a las escuelas, es posible? ¿Es viable el protocolo oficial? Parte de esto lo respondemos en esta nota. Pero vamos a continuar en una 2da entrega referida al balance de la virtualidad educativa. Y una 3ra nota, con un análisis crítico del protocolo nacional.
En ese marco debemos señalar que, con este regreso parcial, los gobiernos y patronales pasan por alto algo fundamental y es que antes de ir a una nueva etapa, es imprescindible resolver las enormes desigualdades existentes, que la pandemia solo evidenció. Por dos razones: Primero, porque si llegara a retornar el 100% de estudiantes previstos en San Juan, Formosa, Catamarca y la Ciudad de Bs. Aires, sumarían apenas 39.284. Esto implica solo el 0,34% de los más de 11.5 millones de estudiantes del país. El resto deberá seguir en la enseñanza virtual, es decir apenas 4 de cada 1.000 estudiantes asistirán en forma presencial.
Segundo, incluso en esos 4 distritos, si se encamina correctamente la bimodalidad que proponen, sin implicar una sobrecarga de trabajo, habrá también que seguir con lo virtual. Mayor razón para garantizar primero toda la demanda pendiente de conectividad y entrega de dispositivos, servicios e insumos a docentes, estudiantes y familias de todo el país.
Rechazar el protocolo y su bimodalidad que precariza
Rechazamos este protocolo porque implica una mayor precarización educativa y laboral de la docencia y el personal de las escuelas, al generar una gran sobrecarga. Como señalamos en San Juan, la docencia debe duplicar la actividad educativa, al tener que cumplir su horario en la escuela, garantizar la presencialidad y atender en simultáneo a quienes siguen en la virtualidad. Más las grandes tareas de limpieza que el personal debe hacer, a cada momento. Al punto que el protocolo ubica a estudiantes y docentes como responsables también de limpiar las aulas, al concluir la actividad (punto 7.7, pág. 7). Además de no haber resuelto los déficit de infraestructura escolar, agua potable, sanitarios, etc.
Todo esto implica un enorme despropósito. ¿Por qué no lo aplican Trotta, Larreta y los gobernadores del PJ mandando a sus hijes? Se trata de una oportunidad para exigir que se apruebe el proyecto de ley que presentamos con Alejandro Bodart y el MST para fijar la obligatoriedad de todo funcionario político a tener que asistir y atenderse con su familia en la escuela y el hospital público.
Aplicar la experiencia bimodal de clases presenciales y virtuales en simultáneo, demanda un proyecto pedagógico específico y una masiva designación de parejas pedagógicas en cada curso y escuelas, para evitar la sobrecarga laboral y la precarización educativa. Esta bimodalidad, ajena a un modelo de educación emancipadora, solo se les puede ocurrir a estos gobiernos, gerentes del capitalismo semicolonial argentino. Que ubican a la escuela pública como auxiliar de la producción, los servicios y lucro capitalista. Con una visión sin grieta entre el PJ y la derecha de una escuela-guardería, más de contención que como espacio para una educación crítica, contra hegemónica y al servicio de un proyecto para las mayorías sociales, no las corporaciones, banqueros y el FMI.
Por todo esto llamamos a rechazar este “regreso” a las aulas, a hacer actas en cada escuela ante la falta de garantías, de presupuesto, acondicionamiento edilicio, sanitarios. Y exigir a la CTERA, sus entidades de base y a los gremios docentes de la CGT que retiren su aval y rechacen la precariedad laboral que implica el protocolo con su bimodalidad (Punto 8, pág. 14).
Hay plata de sobra para elevar el Presupuesto Educativo al 10% del PBI como CTERA le reclamó al macrismo durante cuatro años. Falta decisión política. Es necesario dejar de gobernar para los ricos, empresarios de la educación, los bonistas extranjeros y el FMI. Para suspender todo pago de deuda externa, poner impuestos progresivos a las riquezas y eliminar los subsidios a la enseñanza privada y confesional. Te invitamos a sumarte con Alternativa Docente y el MST, a dar en común esta lucha.
Alternativa Docente, ANCLA
MST FIT-Unidad
REFERENCIAS:
[1] El 10 de agosto regresaron poco más de 7.000 estudiantes, sobre un total de 210.037 que tiene la matrícula sanjuanina.
[2] En Formosa hay una matrícula total de 174.634 estudiantes, entre todos los niveles.
[3] Anuario Estadístico Educativo, edición 2019 ministerio de Educación, hay un total de 119.779 estudiantes en Catamarca.