El repunte de la pandemia

Escribe: Gerardo Uceda

Desde el comienzo agosto se notó un claro aumento de los casos en Europa, donde la pandemia parecía haber menguado. Se encendieron todas las alarmas, sobre todo en los países como España e Italia que más sufrieron en contagios y muertes durante la primera oleada. Los nuevos picos coinciden claramente con la relajación de las medidas de aislamiento y control. Esto demuestra que mientras no exista una vacuna efectiva no debemos ceder ante la presión de los capitalistas que priorizan sus negocios por sobre la salud del mundo entero.

Ránking de países

En Europa el mes de agosto es el mes de las vacaciones y el turismo en general. Por ello en los meses previos los operadores turísticos, las empresas de aeronavegación y transporte en general, las grandes cadenas de hoteles y el resto de servicios, comenzaron a hacer lobby presionando a los gobiernos de los diferentes países para que abrieran a como dé lugar las diferentes actividades, flexibilizaran las cuarentenas y se prepararan para la temporada de verano. La razón es muy sencilla, y la dijo claramente el presidente español en el mes de junio, cuando recién estaban saliendo de la catástrofe que significó por entonces más de 300.000 infectados con una mortalidad altísima de 27.000 personas. Pedro Sánchez no dejó lugar a dudas: “España recibe año tras año 100 millones de turistas y no podemos perder ese negocio”, más clarito imposible. Hoy España está registrando casi 27.500 casos semanales, cuando venía de menos de 500 en las semanas previas. En general toda Europa está sufriendo un rebrote de los casos diagnosticados semanalmente con más de 7.000 en Alemania, 12.000 en Francia y cerca de 5.000 semanales en Inglaterra, Holanda y Bélgica.

¿Qué significa y a qué atribuir este repunte de la pandemia?

La opinión de la mayoría de los expertos es que este aumento significativo y exagerado de casos corresponde a la misma circulación viral que comenzó en enero-febrero y no a una nueva ola. Es decir que el virus nunca dejó de estar presente en estos meses. De manera que este brote entonces, corresponde casi exclusivamente a que se relajaron las medidas de control, cuarentena o distanciamiento social y no a la aparición de otras cepas o mutaciones virales. El hecho real que hoy estén siendo afectados principalmente los jóvenes, se debe precisamente a que son los jóvenes los que más circulan, viajan y se reúnen sin las medidas de protección recomendadas. Y como dijimos, esto es responsabilidad directa de los gobiernos que, cediendo a las presiones de los empresarios para no perder sus ganancias abrieron playas, discotecas, bares y demás ramas de actividad. Y por ser España el gran receptor del turismo de verano en Europa no extraña que presente la mayor cantidad de casos.

Evolución casos en el mundo

Lo otro que deja claro este brote estival, es que el virus no tiene ningún comportamiento estacional, como sí lo tiene el virus de la gripe que prácticamente no circula en el verano. Esto es muy importante a destacar y sacar conclusiones para nuestro país, ya que aquí está sucediendo exactamente lo mismo que en Europa hace unos meses. Aquí, los empresarios hoteleros y de turismo en general presionan al gobierno de Fernández para que abra lo que queda de cuarentena, habilite viajes aéreos y terrestres y permita la movilidad entre provincias. Y hasta silenciaron al ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires cuando dijo que no había condiciones para autorizar el turismo en la costa durante el próximo verano. A ellos no les interesa que ciento de miles se infecten o mueran, con tal de garantizarse sus ganancias.

Curva de fallecidos en el mundo

La mortalidad actual es baja, aún en países donde antes fue muy alta como España, Italia o Francia principalmente porque el virus circula por ahora en la población joven, ya que los adultos se han autopreservado más con menos exposición y viajes. No parece deberse a que haya cambiado la gravedad de la enfermedad. Y como los jóvenes asintomáticos o con síntomas leves también contagian, el gran riesgo que se corre es que al entrar en contacto con gente mayor o poblaciones de riesgo otra vez aumenten los casos graves y mortales.
Por último, el nuevo brote de Covid-19 en Europa vuelve a demostrar que los testeos y el seguimiento estrecho de contactos y contagios a través de los mismos, es una herramienta efectiva para el control de la diseminación. Así, en España los lugares que más rápido y en mayor proporción han testeado, son los que han empezado a controlar este brote.

Qué nos espera en Argentina

Hay que marcar a fuego lo sucedido en marzo, cuando Ginés primero dijo que no le preocupaba el Coronavirus, luego que no llegaría porque era verano y teníamos tiempo. Esta serie de errores y la apertura de la cuarentena explican que hoy la Argentina esté entre los primeros del mundo en cantidad de casos, a pesar que seguramente tiene un subregistro por el bajo nivel de testeos que se realizan. Sostenemos que debe tomarse acabada nota de lo que está pasando en Europa: no seguir flexibilizando las medidas de aislamiento, ni permitir la apertura del turismo de forma indiscriminada.

Volvemos a insistir en el hecho que hay que aumentar los testeos para identificar los sitios de mayor circulación viral para actuar sobre ellos con medidas de mayor restricción etc. El gobierno de Alberto Fernández debe dejar su doble discurso donde sostiene que prioriza la salud mientras cede y deja correr las exigencias de los empresarios, esta es su responsabilidad.
De no hacerlo nos podemos aproximar en los próximos meses a una verdadera catástrofe, ya que un nuevo brote en el verano, se superpondría con el actual, del cual no hay evidencias que haya pasado, salvo en la mente y el discurso de los funcionarios, que nos dicen que estamos estabilizados cuando pasamos de 3.000 casos diarios a más de 10.000 en el último mes. Esto podría llevar al colapso del sistema de salud, hoy ya castigado con saturación de camas, miles de contagios entre el personal sanitario, que encima se encuentra más que agotado por el exceso de trabajo. Esto traería aparejado un aumento desproporcionado de la mortalidad, ya que toda la experiencia mundial indica que la mortalidad aumenta en forma directamente proporcional a la saturación y colapso de los sistemas de salud. Las medidas de rescate social y fortalecimiento sanitario que venimos reclamando deben implementarse ya.