Educación: Entre renuncias, ventiladores y fracaso, democratizar el rumbo educativo

 

La educación sigue dando noticias. Al plan de volver al aula, le estalló la marcha atrás en San Juan y Santiago. También la presión de Larreta por abrir escuelas-ciber y la insistencia de Trotta a otros gobernadores para reabrir escuelas. La renuncia de Puiggrós evidenció la magnitud de la crisis y encendió ventiladores. Se impone un Congreso Pedagógico para democratizar la política educativa.

 

La educación sigue dando noticias y no son buenas. Llegan enlatadas, desde arriba, a pesar de la crisis abierta en Educación con las renuncias y fracasos. Tanto en garantizar la virtualidad y el acompañamiento pedagógico a las mayorías sociales, como en el plan de volver a las escuelas, pese al récord de casos y muertes por COVID-19.

Al avance de este plan, con el Protocolo precarizador aprobado por el ministro Trotta, el PJ, la derecha, la Iglesia Católica y demás dueños de colegios privados, junto a la burocracia sindical docente, le estalló la marcha atrás en San Juan, a días de haber reiniciado. Mientras en Santiago del Estero, el retroceso fue incluso antes de enviar estudiantes a las aulas.

A lo que se agrega la insistencia de Larreta y el PRO, a la que Trotta le había abierto la puerta, para que estudiantes más vulnerables vayan a los establecimientos porteños para que funcionen como “escuelas-ciber”. Una prueba de laboratorio nunca vista y repudiable, que mantiene en alerta a la docencia y la comunidad educativa porteña y del país.

Noticias a las que se suman también las reuniones de Trotta con gobernadores de Chaco y Misiones, y sus promocionados encuentros con gobernadores del PJ de Formosa, Catamarca y San Juan, donde evaluaron como “muy exitoso” el parcial regreso a las escuelas (Télam, 21/08). Dicen que esos resultados servirán para “sistematizar y transferir experiencias a otras jurisdicciones que elaboran sus cronogramas de regreso”. Lo que ratifica la mecánica de ensayo oficial, improvisación, prueba y error que venimos denunciando.

Para ver distintas experiencias de vuelta a la presencialidad, el ministro se reunió también con los gobernadores de Neuquén, Santiago y La Pampa, distrito que presentó un cronograma de regreso para el lunes 14, pactado con la burocracia Celeste de UTELPA, más AMET y SADOP, sin consulta a la docencia, estudiantes y familias.

Esto ratifica que la línea de la burguesía es volver. El triunfazo en CABA, al tumbar el protocolo de las escuelas-ciber, fue un golpe a esa política. Debería servir de apoyo para que vayamos por todo. Pero la Celeste de CTERA, integrada al gobierno de los Fernández, “patalea” contra Larreta, pero avala la vuelta al aula en las provincias del PJ. Una doble cara a repudiar.

 

Portazo de Puiggrós. Necesaria democratización del gobierno educativo

 

En ese marco, se sumó la renuncia de Adriana Puiggrós. La viceministra de Educación pegó el portazo, entre peleas y diferencias por el manejo de Nicolás Trotta al frente del ministerio, en casi 9 meses de gobierno. El estallido no lo evitó ni Alberto Fernández, pidiendo que no renunciara.

El periodista Fernando Latrille, en una nota [1] de APU, la Agencia Paco Urondo del “periodismo militante” alineada con el kirchnerismo, planteó una serie de supuestas razones del portazo. Aunque dice que no se trató de una interna, detalla muchas disputas intestinas, peleas por recursos y espacios de poder en la cúspide del gobierno educativo.

Esto debería debatirse de cara a la sociedad y democratizar el gobierno de la educación, pero los motivos y discrepancias no fueron explicitados. Al contrario, cuestiones que hacen a los destinos de la escuela pública, se esconden bajo las alfombras lustrosas del Palacio Pizzurno.

Pero vayamos a la nota de APU. Allí se dice que Alberto puso a Puiggrós para “secundar más que bien a Nicolás”. Pero que Trotta no se dejó secundar, sino que “apartó todo lo que pudo a Adriana de sus tareas”. ¿Cómo? Según la Agencia, esto ocurrió porque Puiggrós, al ser grupo de riesgo por su edad, debía resguardarse y Trotta aprovechó para quitarle funciones, de manera “clara y evidente”. Como suena simple, la nota debe dar pistas y hacer denuncias de diverso calibre, las que nos demandarán ésta y una segunda nota para poder desmenuzarlas. Y analizar la crisis en las alturas, para construir un diagnóstico preciso de la injerencia corporativa en las entrañas mismas de la educación.

La prensa hegemónica solo mencionó los enojos oficiales, frente a un par de opiniones públicas de la entonces viceministra. Pero la nota de APU acusa a Trotta de recortarle a Puiggrós hasta la comunicación con las provincias, al disponer que debía pedirle autorización 60 días antes y aclarar de qué querría hablar. Un repudiable “comisariado político” estalinista, en un ministerio que debería promover la diversidad, democracia y pluralidad de ideas.

 

Continuidad de la privatización educativa

 

Uno de los aspectos que se menciona sería la supuesta “diferencia irreconciliable” entre Trotta y Puiggrós con la propuesta de “repensar la educación con todos los actores, incluso con quienes ven en ella un negocio infinito”. En ese sentido APU tira dardos al cuestionar a Trotta, uno de los ministros que responden a Alberto, por participar en ciclos de la fundación Enseñá por Argentina, la que es financiada por bancos y corporaciones (ampliar aquí [2]). Esta fundación aparece ampliamente señalada entre las que lucran con la educación, en la investigación publicada en 2018 por Puiggrós y la CTERA, sobre la privatización educativa en Argentina [3].

La otra denuncia, según APU, es que Puiggrós habría organizado la Dirección de Educación Privada en el ministerio, la que no existía con Macri. Aclarando también que son parte de la privatización educativa las plataformas que actúan en la enseñanza a distancia, y los numerosos convenios firmados por el macrismo. Entre ellos APU menciona a la mayor cadena de escuelas y jardines privados del magnate Sunny Varkey, además de ONG’s y fundaciones como Conciencia, Cimientos y otras.

Para poder dimensionar cómo han calado y quiénes mueven los hilos detrás de las autoridades educativas, podemos decir que a la “prestigiosa” asociación Conciencia la preside Beby Lacroze, del grupo Lacroze. Pese a cuestionar el trabajo infantil, esta fundación la administra una rancia familia relacionada con las tabacaleras que apelan a explotar menores en el país. Entre sus donantes hay tabacaleras como Massalin Particulares, además de grandes trasnacionales, banqueros y hasta la Embajada de EEUU (ampliar aquí [4]). Por su parte, la fundación Cimientos es bancada también por las mayores corporaciones mundiales como la Coca Cola, petroleras, cerealeras y la banca imperialista (ampliar aquí [5]).

Según la agencia del “periodismo militante”, Trotta le quitó a Puiggrós esta Dirección de Educación Privada, para dejarla en manos de su jefe de asesores, Matías Novoa, quien concentra todo lo financiero y político del ministerio de Educación, como otro hombre clave del grupo Santa María en la cartera.

Como socialistas, más que crear una Dirección para las privadas, insistimos en que se debe anular todo el festival de convenios firmados por el ministerio de Educación con multinacionales, industrias, compañías de servicios, fundaciones y ONG’s que la propia Puiggrós denunció con gran detalle en la investigación elaborada junto a CTERA sobre la privatización educativa.

Esto lo reclamamos desde antes que asumieran. Al igual que la eliminación de los multimillonarios subsidios a la enseñanza privada. Pero nada de esto dice la agencia APU. Y no puede porque Puiggrós, como parte del PJ-Frente de Todos, no va más allá de los marcos de un capitalismo que a lo sumo aspira a “humanizar”. La pandemia y la crisis sistémica que recorre el mundo desde el 2008 muestran que lo utópico es esa vía muerta reformista.

Más allá de las expectativas de docentes que anhelaran cambios y transformaciones ante el desastre macrista, incluir a Puiggrós junto a Trotta solo expresa la lógica peronista de negar la lucha de clases y contener las alas conservadoras junto a las reformistas. Las que acaban impotentes ante la derecha pejotista, que expresa más continuidad que cambio ante el macrismo. Ya que, desde el punto de vista del capital, la crisis educativa a escala planetaria requiere descargar el ajuste sobre docentes, estudiantes y pueblos del mundo.

Montar una Dirección para intentar “regular” la privatización educativa, era algo condenado al fracaso. Porque fue el PJ la fuerza que convirtiera en ley el privatismo y la subsidiaridad hacia la Iglesia Católica y demás patronales propietarias de colegios y universidades en sus presidencias. Por eso, aquel documento de Puiggrós y la Celeste de CTERA, no puede más que señalar que la matrícula privada subió fuerte durante el gobierno de los Kirchner. Al saltar de un 25,1% cuando asumieron en el año 2003, hasta llegar al 29.3% en 2015, cuando Cristina terminó su mandato[6].

Es decir, de 1 cada 4 estudiantes en colegios privados, los Kirchner concluyen su gobierno con una relación de 1 cada 3 estudiantes en las privadas, un salto del 17%. Que se concentra en distritos como CABA donde la matrícula privada supera al 51% y en la provincia de Buenos Aires que llega al 35.3%.

Además, como reconoce también esa investigación de Puiggrós, el tema de los subsidios implica una “caja negra” monumental. Sin conocerse los criterios por los que se distribuyen esos subsidios, que salen de los presupuestos de cada provincia y de la Ciudad[7].

Aquí hay otro elemento de continuidad con el ajuste de los ’90, ya que la Ley de Educación Filmus-Kirchner mantuvo los núcleos duros de la Ley Federal menemista. Entre ellos el falso criterio instalado por Menem de que toda la educación sería pública y sólo diferiría en la gestión, estatal o privada. A lo que los Kirchner le sumaron la gestión social y cooperativa, como formas de des-responsabilizar al Estado de su obligación de sostener la educación pública, la que debe ser estatal.

¿Cuál es el sentido de esta fraseología sobre la “gestión”? El documento de CTERA y Puiggrós es lapidario: “El hecho de establecer que la educación de gestión privada es pública garantiza los subsidios a la educación privada: si la educación pública se financia con el presupuesto público, se considera que hay que financiar a toda la educación que se denomina como ‘pública’, incluyendo la pública de gestión privada” [8]. Subsidios que nunca fueran derivados a la educación estatal bajo esta gestión.

Al contrario, como denunciamos en la nota ¿Más plata a las privadas o eliminar subsidios y nacionalizar la educación?, el gobierno les dio mucha más plata a la Iglesia y demás patronales privadas, a la vez que congelaba el Presupuesto en el mísero 4.8% del PBI del macrismo. La excusa era que esas patronales pagaran los sueldos docentes con los ATP que salen de ANSES. Millones que se suman a los $60.000 millones que se van en subsidios, mientras se ajusta a la escuela estatal.

La política de subsidiariedad que el PJ legalizó, es el mecanismo para garantizar la mentada y falaz “libertad de enseñanza”, declamada por la Iglesia y demás sectores anti-derechos. Con subsidios que paga el pueblo, se le asegura la autonomía y financiación a sectores privados para que puedan impartir educación según su ideario, sin control ni seguimiento social. Trotta sigue la concepción histórica del PJ que hizo ley los subsidios, en la primera presidencia de Perón.

 

¿Quiénes son Puiggrós y Trotta…?

 

Veamos la trayectoria de estas dos personalidades, para ver si el relato que hacen los sectores K guarda sustento con la realidad. Trotta fue rector de la UMET, Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, arancelada y paradigma del avance privatista con envoltorio “progre” de la gestión “social” educativa. El mismo Trotta la definía sin ambigüedad [9]: “La universidad es de gestión privada” y por ello cobra matrícula y una cuota o arancel promedio mensual que va de los $4.500 a los $8.500, según la carrera o tecnicatura.

Por eso, al ir al Congreso de SADOP[10], Trotta insistió con que “no hay conflicto entre escuela de gestión pública y de gestión privada. Muchas veces hay complementariedad…”. Un ministro que no tiene drama con los subsidios ni con arancelar, ya que lo hizo como rector de la UMET. Cuando lo que se impone es volver a nacionalizar toda la educación, en un sistema único y estatal.

Víctor Santa María, fundador de la UMET, es de los sindicalistas-empresarios, zar de la prensa con el Grupo Octubre, uno de los mayores multimedios [11]. La UMET actuó como semillero de cuadros para la campaña y luego el gobierno de Alberto Fernández. Es una universidad con un modelo de “cogestión” y convenios con sindicatos (como SUTEBA, UTE, SADOP, UOCRA, SUTECBA, etc.), con el Arzobispado porteño, el Obispado de San Isidro, con fundaciones como Cimientos y la infaltable CIPPEC. Junto a la “cooperación” de empresas privadas y los subsidios del Estado que recibe, pese a cobrar altas cuotas y recibir las “becas” de decenas de sindicatos.

En el relato de su nota, APU afirma que “Puiggrós era una garantía para que fundaciones, ONG’s, que tienen empresas detrás dispuestas a hacer negocios con la educación no puedan seguir aprovechando las oportunidades”. Pero vemos que esto no fue así. Y que si hubo algún roce, habrá sido por cuestiones de grado o forma, no de fondo.

Es que Puiggrós acaba de acompañar la presentación de un libro al que le hiciera el prólogo, junto a la cúpula burocrática de SUTEBA. Precedida por Baradel y seguida por Sonia Alesso (CTERA), Yasky (CTA) y Silvia Almazán, la ex viceministra convocó allí a “recuperar en la Ley de Educación Nacional (26.206) y en la Ley Provincial, que la Educación es pública, privada, social y cooperativa.

Puiggrós defiende así el formato menemista sostenido por los Kirchner, de que toda la educación sería “pública”, aunque diferiría en su “gestión”. Y ya vimos que la misma Puiggrós explicaba, en su investigación con CTERA, que esto tiene la intención de asegurar la subsidiaridad a las privadas. Algo que, como funcionaria, no cuestionó.

Sus antecedentes van en sentido opuesto al que pretende asignarle la agencia del periodismo militante. Puiggrós fue ministra de Educación bonaerense del ajustador gobierno de Felipe Solá (2005 a 2007). Fue diputada nacional de la Alianza UCR-Frepaso (1997-2001) y ascendió al gabinete ajustador con De la Rúa, siendo Secretaria de Ciencia y Técnica en plena crisis, desde febrero al estallido en diciembre del 2001. Después volvería como diputada por el Frente para la Victoria (2007-2015), siendo la presidenta de la Comisión de Educación de Diputados hasta el 2014, por casi los dos mandatos de Cristina Kirchner.

Adriana Puiggrós junto a la burocracia Celeste, en otra presentación

Por ello y más allá de su obra bibliográfica, formación académica e investigaciones, Puiggrós estuvo al frente del ajuste educativo actual y el pasado. Por casi 9 meses fue viceministra del gobierno que mantuvo el Presupuesto educativo en la miseria macrista, del 4.8% del PBI cuando la ley dice que no puede ser menor al 6% del PBI. Esa obra de ataques a la educación resulta más concreta que todas las disertaciones o bibliografía. Esa miseria presupuestaria bancó, pese a que en noviembre de 2015 y siendo diputada del PJ y los K, Puiggrós presentó una ley para que Macri elevara el Presupuesto al 10% del PBI. Presentación avalada por la Celeste de CTERA que la reforzó con campañas hasta el fin del gobierno macrista.

Hoy, la burocracia Celeste no ve contradicción porque integra también el gobierno, claramente capitalista. Que difiere en modos y grados con Macri, pero que da continuidad al paradigma de educación rentista capitalista, de ajuste, pago de la deuda externa y privatista que dicen cuestionar. Algo que indigna y nos convoca a luchar nacionalmente a quienes bregamos por una educación crítica, reflexiva, emancipadora, en definitiva socialista.

Por eso seguimos exigiendo aquello que Puiggrós escribió con la mano de opositora, pero borró con el codo de funcionaria: Que se aumente ya el Presupuesto al 10% del PBI para garantizar dispositivos y conectividad a quienes no tienen. Terminar con el festival de convenios y negociados con empresas, fundaciones, ONG. Se quiten los subsidios a las escuelas privadas y confesionales para volcarlos a la escuela estatal. Se pongan fuertes impuestos progresivos a la riqueza, en forma permanente y suspenda todo pago de la deuda externa.

 

La escuela no es rueda de auxilio del capital

 

Como fracasan y se prenden ventiladores en Educación, Trotta trata de crear noticias sobre su plan de vuelta al aula. Con el PJ a la cabeza, fogonea la funesta política de arriesgar a docentes, menores, adolescentes y familias, a contagiarse por coronavirus. ¿Qué pretenden? ¿Por qué dan pasos hacia la vuelta a clases presenciales, cuando no están dadas las condiciones sanitarias ni garantizan lo virtual a casi un millón de estudiantes?

Cuando Argentina saltó al puesto 10 de los países con más contagios, sobre 194 naciones, buscan instalar la idea de una “nueva normalidad”. Donde la educación vuelva a servir de auxiliar de la ganancia capitalista. Y una escuela contenedora o guardería de niñes y jóvenes para que sus padres, madres y familias puedan rendir en la generación de valor para el capitalismo.

Esto responde a una línea de la ONU, el Banco Mundial, la OCDE y la llamada Coalición Mundial para la Educación que apura a los gobiernos para volver a las aulas [12]. Pese a que hay casi 830 millones de estudiantes bajo cierres de sus escuelas, casi la mitad (el 47.2%) de la matrícula educativa mundial.

Las corporaciones necesitan a millones de estudiantes en las aulas para que sus familias puedan servir a la reproducción de valor. Que concluyan su formación millones de jóvenes que renovarán la fuerza laboral. Que egresen profesionales que sirvan a la burguesía en el engranaje de las empresas y los Estados. Y sumar en el “haber” capitalista, lo que sea posible de un año de formación de la mano de obra y personal técnico que precisa.

En ese marco, vienen por los conocimientos, queriendo imponer los que prioriza el imperialismo. Pero educar no es facilitar contenidos al servicio del mercado, sino una construcción colectiva, crítica y democrática. Claro que nos preocupa el proceso de enseñanza-aprendizaje y volver a estar con las y los estudiantes en el aula, como espacio pedagógico irreemplazable. Pero queremos decidir cuándo y en qué condiciones.

 

Congreso Pedagógico para democratizar todo

 

Ante los autoritarios anuncios de Trotta, queremos definir si evaluar o no, qué y cómo hacerlo. Decidir de qué manera transitar lo que persiste de la virtualidad, con qué contenidos, construcción de conocimientos y qué grado de acompañamiento pedagógico. Cómo instrumentar la necesaria promoción de estudiantes, en particular del último año de primaria y secundaria.

Ver cómo se ensambla lo que fue posible desarrollar y lo que no, en un contexto mixto en este 2020 con el 2021. Y exigir que, antes de pensar en lo presencial, el gobierno garantice lo virtual con conectividad gratuita y dispositivos para la totalidad de estudiantes y docentes.

Transitamos un año que modificó drásticamente la realidad, pero el gobierno sigue convocando a “especialistas” para decidir. Ante las renuncias y ventiladores encendidos, es necesario democratizar la toma de decisiones y el gobierno educativo. La propuesta de Congreso Pedagógico Nacional se impone para que docentes, estudiantes y familias definamos el rumbo a seguir.

Un mecanismo que garantice la participación democrática y defina las transformaciones imprescindibles, es la propuesta de Alternativa Docente y los gremios de la Federación Nacional Docente, FND. Exigir que se convoque a un Congreso Pedagógico de carácter nacional, con instancias asamblearias por distritos, provincias y regiones para que decidamos quiénes hacemos la educación. No la casta política, la Iglesia y empresarios de la enseñanza privada, con el coro de burócratas sindicales.

Para avanzar a otro modelo de país y educación, un proyecto socialista que democratice la producción y distribución de las riquezas y conocimientos, en beneficio de la clase trabajadora y el pueblo.

 

Francisco Torres

REFERENCIAS:

[1] Agencia Paco Urondo, 24 de agosto, 2020. Las razones de la renuncia de Adriana Puiggrós como viceministra de Educación

[2] Enseñá por Argentina es parte de la extensa lista de fundaciones y ONG´s sostenidas por empresarios que Puiggrós y CTERA denunciaban en tiempos macristas. Integra la red Teach For All y tiene como socios corporativos a Ledesma, Swift, Visa, Swiss Medical, Roche, DirecTV, Exxon, Johnson&Johnson, Grupo Renault, Banco Galicia, Comafi, Santander Río y alianzas con las privadas Universidad Austral, de San Andrés, del Salvador o la Católica UCA.

[3] Feldfeber, Puiggrós, Duhalde y Robertson (Set. 2018), Bs. Aires. Ediciones CTERA, Cap. 3, pág. 33-60. La privatización educativa en Argentina

[4] La fundación Conciencia está administrada por el grupo Lacroze. Entre sus donantes están Massalin Particulares (Philip Morris), Alliance Once, Universal Leaf Tabacos, las Cámaras del Tabaco de Salta y Jujuy. Es patrocinada además por trasnacionales como Pepsico, Bayer, SC Johnson, Pampa Energía, Telefónica, Shell, LATAM, Camuzzi, Bancos Galicia, HSBC y Comafi, Ford, Loma Negra y la Embajada de los EEUU.

[5] La fundación Cimientos es financiada por corporaciones como Coca Cola, Pan American Energy, Total, Techint, Natura, Ford, Mercedes Benz y la banca internacional como J.P. Morgan, HSBC, Galicia, Superivelle o Itaú.

[6] La privatización educativa en Argentina, pág. 10. Bs. As., sep. 2018. Ediciones CTERA. Cuadro 1. Matrícula por nivel educativo según sector estatal y privado

[7] Ibídem, pág. 22.

[8] Ibídem, pág. 19.

[9] La Nación, 11 de febrero, 2016. El 80% de los alumnos son los primeros universitarios de su familia

[10] Minuto 1, noticias. Buenos Aires, 19/02/2020. El Ministro de Educación, presente en el Congreso Nacional de SADOP

[11] El Grupo Octubre es dueño del diario Página 12, el Diario Z, las revistas Caras y Caretas, El Planeta Urbano, PIN y las radios AM La 750, Like FM 97.1, Radio Oktubre 89.1 FM (ex Malena), FM 94.7 Club Octubre (ex Radio Palermo) y de Octubre TV. Además, Telearte S.A es propietaria de Canal 9, Aspen (FM 102.3) y gran parte de la programación de la AM 1030 Del Plata.

[12] Fierro, Cele. MST, 5 de agosto, 2020. Reprobable: La ONU pide reabrir las escuelas