25N, día mundial contra todas las violencias hacia la mujer. Mujeres: ni un derecho menos, ni un ajuste más

Llega el 25N, esta vez en un contexto nacional post electoral que nos debe encontrar en las calles por nuestros derechos, por su aplicación y por nuevos avances. Junto a levantar nuestros reclamos de género, en el marco del genocidio sionista en Gaza somos parte de una jornada global de solidaridad con el pueblo palestino, sus mujeres y niñes.

Escribe: Andrea Lanzette

El domingo 19 ganó Milei el balotaje. Más allá de alguna sorpresa por la diferencia, era un resultado posible. Entre los grupos de compañeras feministas, de trabajadoras y estudiantes, de vecinas en los barrios, de la diversidad LGBT+, hay un ambiente de preocupación y también mucha bronca por estos dinosaurios liberfachos de «La Libertad Avanza».

Ya durante la campaña electoral nos repugnó escuchar, entre otras barbaridades patriarcales, al diputado porteño Ramiro Marra proponer pornografía para la niñez en vez de ESI, a la diputada nacional Lilia Lemoine plantear «el derecho» a renunciar a la paternidad y a la ahora posible canciller Diana Mondino comparar el matrimonio igualitario con tener piojos. ¡Y ahora nos repugna aún más escuchar al diputado nacional Alberto Benegas Lynch decir que «como prioridad» impulsará la derogación de la Ley del Aborto! ¿Pero qué se cree este machirulo concheto y retrógrado; que acaso nos vamos a asustar?
Pero ojo; que tengamos bien en claro el peligro cierto que significan estos antiderechos que acaban de llegar al poder no nos hace olvidar, ni por un minuto, la responsabilidad política del gobierno nacional de Sergio Massa, el PJ y Unión por la Patria en el crecimiento de la ultraderecha. Este componente de la realidad política también hay que balancearlo y sacar conclusiones para no cometer los mismos errores.

Heladera vacía y Ministerio del verso

Con el gobierno del PJ, en estos cuatro años la crisis económica se profundizó, la pobreza aumentó, sobre todo a nivel infantil, los salarios, jubilaciones y planes sociales están por el suelo, y la inflación no para de crecer. ¿Y el superministro y candidato Massa qué hizo? Más allá de devolver un vuelto tardío del IVA y otorgar algún bonito ínfimo, siguió pagándole taca taca al Fondo Monetario a costa nuestra, decretó una devaluación del 22% que fue otro sablazo al bolsillo y no controló ni siquiera el precio de los caramelos. Es decir, aplicó más y más ajuste. ¿Y cómo entonces no iba a haber sectores sociales hartos de la falsa promesa de la «heladera llena»?

Si a eso le sumamos los privilegios y la corrupción política al mejor estilo Insaurralde, «Chocolate» Rigau y otros que son verdaderos cachetazos de impunidad frente a la malaria popular, tenemos cartón lleno.

Pero si hablamos en concreto sobre los derechos de género, los derechos de las mujeres y disidencias, hay que decir que lo actuado por este gobierno del PJ da vergüenza ajena. Apenas asumió, se pintó de «progre» y creó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Lo mismo se hizo en muchas provincias. Esa medida abrió expectativas. Pero pronto empezaron las dudas, seguidas de la frustración y el enojo.

Con muchos años de lucha del movimiento feminista y LGBT+ conquistamos la ESI, la ley anti-violencia de género, la ILE, la IVE, el matrimonio igualitario, la identidad de género, el cupo laboral trans, la nueva ley de VIH, entre otros logros. ¿Y qué pasó en la vida real con esos derechos reconocidos por ley que tanto nos costaron?

Poco y nada. El presupuesto contra la violencia de género es una miseria total, los dispositivos de protección y asistencia integral a las víctimas casi no se aplican y seguimos con los mismos desastrosos índices de femicidios que años atrás. La ESI todavía no se implementa ni en todo el país ni en todos los niveles, salvo allí en donde la docencia o la comunidad educativa se ponen las pilas. Los fondos para la Iglesia Católica Apostólica Romana y los colegios religiosos siguen siendo multimillonarios, mientras la escuela pública está en la lona. Los anticoncep-tivos, las hormonas y cirugías llegan a cuentagotas. Y el cupo laboral trans no se cumple o apenas se cubre alguno que otro cargo y por acomodo.

El Estado debe garantizar los derechos con presupuesto suficiente, con decisión y voluntad política. Cuando no es así, cuando se versea, se incumple y entonces se genera frustración y descontento, se le abre espacio cultural y político a los Milei, Villarruel y compañía. ¿De qué «fin del patriarcado» nos hablaba Alberto? ¡Un Ministerio así, de cartón pintado, con burócratas de la academia, «funcionarias que no funcionan» y encima alejado de las organizaciones sociales que conocemos el territorio, es lo que le dio de comer a esta derecha liberfacha que hasta se da el lujo de amagar con cerrarlo!

Si Milei ganó el balotaje, nosotres ganemos las calles

El lugar en donde conseguimos el matrimonio igualitario, el aborto legal y demás leyes, ha sido en las calles, allí miles gritamos Ni Una Menos y luego fuimos una marea verde imparable. A la vez, es necesario reconocer, que luego de la Ley de Aborto, sectores oficialistas del PJ, el kirchnerismo y la burocracia sindical decidieron desmovilizar y llamar a confiar en el gobierno y su Ministerio trucho.

Ahora, al preparar la jornada del 25N, se reabre el debate. Es que algunas organizaciones políticas y sindicales vinculadas al peronismo, con distintos argumentos, se niegan a movilizar y a hacerlo junto con la izquierda. O diluyen el 25N y sólo participan el 24 del festival #YoSiTeCreo. Es un grave error. Desmovilizar o dividir es precisamente abrirle paso a la derecha y la ultradere-cha, enemigas de los derechos de las mujeres y diversidades.“Fruto de las amenazas de Milei y Bullrich, el 28 de setiembre nos volvimos a encontrar en las calles y marchamos en unidad. Llamamos a las compañeras activistas a retomar y profundizar ese camino, incluso por sobre las dirigencias que frenan. A las calles debemos volver este 25N, ser miles y miles en todo el país para darle una señal contundente al nuevo gobierno que asumirá: ¡ni un paso atrás! Este 25 a las 15 hs vamos de Congreso a Plaza de Mayo con consignas claras:
• Contra el ajuste y Milei.
• Sobre nuestros derechos no pasarán.
• Alto al genocidio contra el pueblo palestino.

Con Palestina: es genocidio, no guerra

Por ser anticapitalista, nuestro feminismo también es internacionalista. Por eso en las asambleas y espacios unitarios propusimos, y se coincidió, en asumir el llamado global para que este 25N se exprese la solidaridad con las mujeres, niñes y todo el pueblo palestino frente al genocidio que ejerce el Estado sionista de Israel. Es una masacre ante la cual no podemos ser indiferentes. Desde nuestra Liga Internacional Socialista (LIS), en decenas de países del mundo, venimos llevando adelante desde principios de noviembre una campaña en ese mismo sentido1. Como parte de ella, le exigimos al gobierno nacional argentino la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel: hay que aislarlo para debilitarlo.

También, en este día de lucha, nos solidarizamos en especial con las mujeres y niñas de África, que sufren una violencia de género agravada por el colonialismo imperialista y por prejuicios religiosos y culturales muy arraigados. ¡Basta de violencia contra las mujeres y niñas! ¡Basta de sistema capitalista y patriarcal!

1https://lis-isl.org/2023/11/05/25n-declaracion-de-la-liga-internacional-socialistabasta-de-violencia-contra-las-mujeres-y-ninasbasta-de-sistema-capitalista-y-patriarcal/