Milei: fantasía económica, con stand up

Días atrás Milei hizo dos discursos sobre economía: uno por cadena nacional y otro con un grotesco stand up. Planteó un presente y un futuro de fantasía. Pero la realidad desmiente tanto verso.

Escribe: Gerardo Uceda

El día previo a la enorme marcha federal educativa, Milei anunció por cadena que se había alcanzado en tres meses un superávit primario y financiero como gran proeza. Dijo que de 123 años sólo en diez hubo superávit. Y que su gobierno lo logró en tiempo récord, pese a que heredó un déficit de más de 15 puntos del PBI (lo que no es cierto), con una crisis peor a la de 2001 (lo cual es falso). Lo único cierto es que con su ajuste feroz nos estamos acercando rápido a una crisis como la de 2001.

Con medias verdades y mentiras completas, ocultó que el principal destinatario del ajuste es el pueblo y sobre todo los jubilados. Dijo que sólo los ajustó 0,4% del 5% total que bajó por el ajuste del Tesoro, pero en realidad los ajustó más del doble: 1%. Defendió todos los beneficios a las grandes patronales: devaluación, exenciones fiscales, blanqueo. Según él la Argentina tiene la mayor presión impositiva del mundo a los empresarios, pero Chequeado.com confirma que acá los capitalistas pagan 29% promedio… y en Dinamarca 47,4%, en Francia 45,2% y en Finlandia 43,2%.

El otro discurso, un stand up tragicómico, fue ante sus amigos de la Fundación Libertad, rodeado de capitalistas y ex presidentes de derecha. Mintió aún más, augurando que la economía dejó de caer, “nos vamos para arriba como pedo de buzo” y la inflación baja. Llamó a los empresarios a invertir rápido en este país, cuyo destino es la recuperación y el crecimiento…

Delirante para millones de trabajadores, clase media, jubilados, desocupados, que vemos caer los ingresos o directamente entramos en la pobreza o la indigencia, con tarifazos que siguen y una inflación que araña el 300% anual. Milei pretende que aguantemos este brutal ajuste, ilusionando con un futuro mejor que nunca llegará. Pero no hace falta ser economista para desenmascarar sus mentiras.

El ajuste real y quién lo paga

Es real que marzo terminó con un superávit primario de 625 mil millones, mejor que la meta del FMI, y eso le da un margen para lograrlo también en el segundo trimestre. Pero se debe a la brutalidad del ajuste. Y no es real que ese superávit preanuncie una recuperación ni un crecimiento sostenido. Es que se logró a costa de motosierra, licuando los salarios y jubilaciones mediante una inflación que superó el 50% en el primer trimestre y más del 80% desde que asumió Milei.

Casi todos los analistas, incluido el FMI, coinciden que semejante ajuste no es sostenible en el tiempo. Llevará a una depresión económica con despidos, cierres de empresas, caída de la recaudación y ese círculo vicioso frenaría cualquier crecimiento. Además la baja de la “inflación núcleo” está asociada a la caída en picada del consumo, incluso alimentos y productos de primera necesidad. Pero este empobrecimiento que sufrimos el 90% de la población aumenta el malhumor, en una caldera que puede estallar.

Que el ajuste de Milei no lo pagó la “casta” ni los grandes capitalistas no necesita demasiada demostración. Los sueldos de 4 y 5 millones de los funcionarios como Adorni, los más de 6 millones que se votaron los senadores, la devaluación del 118% que le dio en bandeja a los exportadores y los blanqueos para plata fugada lo demuestran.

Los jubilados y los trabajadores pagamos gran parte del ajuste. Las jubilaciones perdieron del 28 al 43% de poder adquisitivo en un año, los trabajadores registrados perdieron el 15% después de estas paritarias, los estatales un 30% y los no registrados más del 45%. Los programas sociales bajaron el 52,5% y la ayuda alimentaria un 8%. La licuadora licuó todos nuestros ingresos.

Y la motosierra en las cuentas públicas es un 30,7% del recorte. La obra pública cayó un 88%, causando suspensiones y despidos, y se frenaron un 77% las transferencias a las provincias. En salud se recortó un 44,9%, mientras los hospitales públicos reciben cada vez más gente que se baja de las prepagas impagables. En energía se recortó un 67%, en transporte un 31%, en las universidades un 33% y todo así.

Perspectivas

Lejos de la pronta recuperación en “V” que vaticina Milei, es más probable entrar en una depresión larga, en “L”. Y aunque siempre tras toda caída profunda hay algo de rebote, para los sectores más bajos la recuperación nunca es completa y ahora la caída afecta también a sectores medios.

La propia economía capitalista corre riesgo, ya que la caída del consumo, el cierre de fábricas y comercios hará bajar la recaudación. Por eso el superávit logrado en marzo no es sustentable y llevará a tener que subir impuestos, al revés de lo que decía Milei (en realidad la presión fiscal ya aumentó por el impuesto PAIS).

Hasta los analistas burgueses ven improbable la continuidad de este ajuste, porque para lograr un crecimiento a su medida hace falta una segunda parte del plan, con reforma laboral a fondo, lo que llevará a mayor bronca y resistencia, con la posibilidad de que las luchas hagan saltar todo el ajuste.